Sonríe para que el mundo esté celoso de ti.


miércoles, 15 de junio de 2011

Si tú no estás aquí.

Me cogiste de la mano y me dijiste que todo saldría bien, que no había nada por lo que preocuparse, pero ¿qué pasó cuando lloré?, ¿cuándo creía que todo se había acabado? Tú no estabas allí para cogerme de la mano de nuevo y decirme lo que me había dicho horas antes. Estaba asustada, pero no, tú estabas con otra, con la que era más importante para ti. No podía creer más, y menos en ti. No podía, no quería, pero qué más daba luchar contra mi corazón si sabía que este era más fuerte que yo misma. Te quería, te quiero y te querré siempre, ahora por favor, agárrame la mano y  no me la sueltes nunca.

ACC,

Él.

Noche de lluvia.
Mi paraguas me cubre ante todas aquellas miradas que me persiguen.
Mis botas se unden en los charcos de la calle.
Oigo el dulce repicar de las campanas de la iglesia dando las 12.
Para de llover y cierro el paraguas, dejandome así al descubierto.
Oigo pasos detrás de mi.
Aligero el paso dejando atrás el callejón.
Llego a mi piso y dejo a mi paso toda mis vestimenta.
Entro en la ducha y abro el grifo del agua caliente.
Las gotas caen sobre mí, derramandose por mi cuerpo, dejando tras huella.
Me sumo en mis pensamientos intentado olvidar lo ocurrido esa noche.
Pero aún así no puedo olvidar aquellos pasos.
Cierro los ojos.
Escucho algo y agudizo el oído.
Hay alguien, además de mi misma, en casa.
Mi corazón se acelera al ver que el picaporte de la puerta empieza a moverse.
La puerta se abre y lo veo a él.
El chico que me había robado el corazón.
Me sonrie y se acerca lentamente hacia mí.
Apoya su mano en el cristal de la ducha, dejando así su huella.
Apoyo mi mano frente a la suya, separadas simplemente por el cristal.
Sonríe de nuevo.
El cristal de la ducha se abre quedando una distancia mínima entre nosotros.
Él se empieza a quitar la sudadera, dejando así su torso al descubierto.
Me ruborizo.
Se quita lo pantalones y entra conmigo en la ducha.
Cierra el cristal y apoya su mano en la pared.
Sus ojos que hasta ahora habían presentado ira, pasaron a presentar tristeza, desesperación, amor, esperanza.
Le sonrió y le aparto el pelo de la cara.
Entonces es cuando él, acerca su boca a la mía.
Nuestros labios se unen fundiendonos en un apasionado beso.
El agua dejaba huella en nuestros cuerpos, recorriéndonos de arriba abajo.
El beso dejaba huella en nuestros corazones, recorriendo cada parte de nuestra alma.

ACC.

Amiga mía.

¿Y si todo cambia? ¿y si no vuelve a ser como antes?
Y entonces me doy cuenta de que jamás podrá cambiar, de que está demasiado solidificado como para cambiar.
Puede que digamos que sí, que nada es igual, pero yo me doy cuenta de que nada ha cambiado, porque sigues estando ahí desde el principio. Sigues sonriéndome cada mañana y diciendome lo mucho que me quieres. Sigues contandome cada cosa, y sigues haciéndome reír cada instante. Sabes cuando estoy bien y cuando no, cuando estoy cabreada o de buen humor, simplemente porque te has tomado la molestia de conocerme y de ver como soy yo en realidad.
Por eso sé que nada ha cambiado, porque estás ahí y no te has ido, porque sigues siendo esa niña que me hace reír cada segundo, porque sigues haciéndome ver que la vida hay que aprovecharla, porque eres especial.
Por todo eso y más, sé que todo es igual, y espero que lo siga siendo siempre.
22.11.09, lo mejor que me ha podido pasar.
Juntas para siempre.


ACC.

Sí, quiero.

Lo observo, y aún no entiendo, como es todo mío.
No puedo creer que es todo para mí.
Puedo aspirar su aroma, saborearlo, puedo escucharlo, puedo tocarlo.
Nunca creí que podría amar tanto como lo amo a él.
Mis fuerzas se debilitaban cuando él no estaba conmigo. Me siento débil.
Entonces es cuando él me susurra:"No podría vivir si ti. Eres mi mundo. Cásate conmigo".
Mi cuerpo se estremece al oírle.
Se acerca y pega sus labios en mi frente.
Le rodeo con mis brazos y lo acerco más a mi.
Le quiero. Le necesito.
Me abraza. Yo, hundo mi cara en su pecho.
<<Te quiero, te quiero, te quiero>>
Aún no entendía como podía meterse en mi cabeza, pero me gustaba.
Me gustaba que me quisiese. Me gustaba él.
Me separé de él por un instante, y volví a pegarme a él, rodeando su cuello con mis brazos.
Le besé, pero no fue un beso cualquiera, fue un beso diferente a los otros que me había dado. Era un beso de confianza, protección, un beso que hizo que mi vida cambiase, el beso que hizo que le dijese <<sí, quiero>>.


ACC.

Y ahora...te vas.

Te fuiste sin despedirte, ya no podía despertar cada mañana con ese olor a ti, no podría reír tu risa, no podría escucharte más, simplemente porque te habías ido.
Odio no poder volver a oír todas esas historias que me habías contado más de una vez, odio no poder sentir tu presencia, odio saber que nunca más voy a poder verte, pero lo que más odio es no poder haberte agradecido cada instante que has estado conmigo, cada sonrisa que me has regalado y cada vez que me has dicho que me quieres.
Desde que era pequeña me has cuidado, me has regalado miles de cosas y has hecho por mí todo, y tú te conformabas con un simple beso que te hacía sacar la más grande de las sonrisas que podías.
Ahora, desde aquí, sé que me observas y que me vas a ayudar a seguir el camino correcto, como lo has hecho durante 14 años, de eso estoy segura.
Pero de lo que más segura estoy, es que siempre vas a estar en mi corazón.
Te quiero mucho, descansa.


















ACC.