Sonríe para que el mundo esté celoso de ti.


sábado, 18 de junio de 2011

Cambio.

Oigo las campanas de la vieja iglesia, en la que se había casado mi madre cuando yo tenía 1 año.
Hoy hace 17 años que estoy aquí.
La dulce brisa del otoño invade todos y cada uno de mis sentidos envolviéndolos con su manto.
Puedo sentir como mi pelo se zarandea con el viento como llamas.
Cierro los ojos y siento como, por un instante, me alejo de mi cuerpo, e intento disfrutar de mi soledad momentánea con el mundo.
Intento aclarar mis ideas y mis pensamientos y olvidar todo aquello que perturba mi mente.
Abro los ojos de nuevo y le veo a él.
El chico que hacía tres años había cambiado mi vida.
El chico que ahora era mi esposo.
Ahora era yo la que había cambiado.
Mis ojos se habían vuelto de un color ámbar, que cambiaba según mi apetito, según mi sed.
Mi piel se había vuelto fría como el hielo.
Mis sentidos se habían agudizado.
Mi corazón ya no latía, por lo menos como lo hacía antes.
Mi fuerza era mucho mayor a la de otras personas.
Pero no me arrepentía de ninguno de estos cambios.
Cada cambio que había sufrido mi cuerpo, había sido un regalo, porque cuanto más lejos estaba del mundo, más cerca estaba de él.
Por eso todo coincide. Tengo 18 años, estoy casada, y soy vampira.


ACC.

Querido tú:

Quiero decirte que eres una de las personas más importante de mi mundo, bueno, para que mentirnos, tú eres mi mundo.
Empecemos, como no por el principio, por ese primer día.
Al principio te veía como uno más, alguien con el que nunca pensé llevarme bien, mejor dicho, enamorarme.
Los días iban pasando, y con ello, mis sentimientos iban cambiando. Desde no ser nada, a ser una de las personas más importantes en mi vida.
Todavía me sigo preguntando, como  alguien puede influir tanto en la vida de otro, y más, como has podido tú, influir tanto en la mía.
Mis sueños y esperanzas se centraban en ti, en lo que sería mi vida, si tú no hubieses entrado en ella. Hoy por hoy, nuestros caminos están juntos, y espero, que en un futuro, nuestras almas en un mismo ser.
Todo es complicado y confuso, aún así, mi corazón sigue contigo.
Por último decirte… te quiero.

 ACC.