Sonríe para que el mundo esté celoso de ti.


lunes, 30 de enero de 2012

El destino así lo quiso.

Te puso en mi vida un 17 de diciembre de 2011, y te quitó el 27 de Enero de 2012.
Todas las peleas, todos los momentos amargos, quizás fue eso lo que nos anunció el fin, y que nosotros, por nuestra cuenta, decidimos alargar.
Te quería y aún te quiero, y seguramente te querré siempre, pero no tiene sentido nada.
Todas esas palabras que nos dijimos, el daño que nos hicimos, todo tiene un precio, y ese ha sido el fin.
De todas formas, quiero darte las gracias, y la verdad es que seguro que te suena raro.
Gracias por cada momento, cada instante que me has hecho reír. Cada vez que me has dicho que me quieres, y que yo soy la única para ti, o por lo menos lo era. 
Gracias por preocuparte por mí, y por confíarme tantas cosas. Gracias simplemente por haber compartido un cachito de ti conmigo.
Por último decirte que como te prometí, vi la peli, Inmortals. No sé si tú cumplirías la promesa, pero me da igual si no lo has hecho. Sé que algún día el destino al igual que quiso separarnos hará que la veas, porque sí, juasjuasjuas.
Hasta siempre, 17. 

domingo, 29 de enero de 2012

You and me.

Siento como mi pulso se acelera cuando posa sus ojos sobre mí, como mi cuerpo sube de temperatura y me empiezan a sudar las manos, como mi voz se hace más temblorosa cuando hablo de él, como mi corazón se para y da un vuelco cada vez que me sonríe.
Siento como si alguien estuviese dentro de mi estómago haciéndome cosquillas e intentando que me ría de esa forma tan tonta que solo te sale cuando alguien te importa.
¿Pero yo qué le hago si me estoy enamorando?


Miedo~~ G&I.

Noté como mis ojos se hundieron en una inmesa capa líquida. Últimamente lloraba por todo, por cualquier cosa. No era por un embarazo porque no me había acostado con Gabriel, o por lo menos no de esa forma. No era por la ida de mi padre, porque ya había pasado meses sola, sin su presencia. Era por miedo. Miedo de mi “madre” muerta, de la posible vuelta del doctor Sullivan, del posible peligro que corría mi hermano, de perder a Gabriel. 

jueves, 26 de enero de 2012

Sigo aquí.

Puede que a veces caiga, y que me pierda por el camino. Puede que no eche mucha cuenta al angelito que se posa sobre mi hombro derecho, y me guíe por las cosas que me dice el demonio de mi hombro izquierdo. 
Puede que no reaccione bien a los problemas, que ponga mala cara y llore de impotencia, por que no sé...pero no creas que voy a rendirme, porque yo soy fuerte, y nada ni nadie va a conseguir derrotarme.
Conseguiré llegar a la meta, y entonces, así, seré feliz para siempre.


ACC.

sábado, 7 de enero de 2012

martes, 3 de enero de 2012

Confía en ti.

Y después de la tormenta, llega la calma, o por lo menos eso dicen, pero por lo que yo he probado puedo asegurar que después de la tormenta siempre llega otra, a veces incluso más grande, claro que después todo vuelve a la normalidad.
Puede que no esté preparada para soportar una tormenta tan grande como la que se aproxima, la tormenta que puede decantar el final de todo y romperme en mil pedazos, o la que me puede llenar de energía para seguir adelante un día más.
Ni siquiera sé porque me quedo de brazos cruzados esperándola, puede que sea por miedo a que sea más grande y más fuerte que yo, puede que no sea yo lo suficientemente valiente como para enfrentarme a ella, y definitivamente es eso, tengo miedo. Miedo de mostrarme tal y como soy y de ser rechazada una vez más, de que no me valoren, de no valorarme y dejarme por los suelos yo misma, de ser diferente a los demás, tengo miedo de que no pueda llegar a ser más fuerte, a seguir adelante por mis propios esfuerzos, tengo miedo de perder lo que más quiero, mi gran tesoro. Miedo a ser Ana, y a cada paso que doy estar insegura de si lo hago bien o mal, de ser el segundo plato de alguien. Tengo miedo de que me puedan partir el corazón. Me tengo miedo a mí misma. A mis propias decisiones y metas, a mis fracasos y desengaños, a mis inseguridades, a mis virtudes y defectos…
Puede que no sea la persona indicada para decirlo, ya que yo misma estoy diciendo que tengo miedo a vivir como yo quiero, pero sé que si alguna vez necesitas superar una tormenta de las grandes, CONFÍA en ti mismo, en tus capacidades. Confía, y eso vencerá la tormenta.


Me dicen que se llama amor.

¿No has sentido alguna vez ese cosquilleo en la barriga al verle? ¿Sentir su mirada sobre tu piel? ¿Notar como tu piel se eriza cada vez que habla? ¿Y esa sensación de estar completa cada vez que pronuncias su nombre?
Yo sí, y puede que no esté lo suficiente preparada para afrontar esa palabra tan fácil de pronunciar y tan complicada de sentirla de verdad.
Siempre me han dicho que esa palabra es algo muy difícil de explicar, que es más de sentir. Un beso, un abrazo, una palabra cariñosa y sincera, pueden ser motivos que lleven a sentir esa palabra, y que cambian tu vida de algún modo.
Te sientes diferente y ya no eres la misma persona, eres más sensible y te preocupas más de ti, de tu aspecto, tu estado de ánimo… sientes aprecio ante cosas que antes pasaban desapercibidas para ti, cosas que antes eran invisibles… te vuelves más detallista y más cariñoso. Eres de algún modo diferente pero a la vez, en tu interior sigues siendo tú.
Entonces tu vida es diferente, ese cosquilleo es más fuerte, esa sensación de su mirada clavada en tu piel, su voz y su nombre hacen que tu cuerpo se estremezca y sientas cosas que nunca habías sentido, entonces te das cuenta de que sientes algo demasiado fuerte.
¿Y sabes? Me dicen que se llama amor.

ACC.

domingo, 1 de enero de 2012

2012, un nuevo año.

Quizás, el día 31 de diciembre sea el día de NO hay crisis. El día en que las ventas de alcohol superan a las de las cenas de navidad. En las que las uvas son la druta preferida de todos. Y en el que llevar una braguitas rojas te supone encontrar el amor. 
Se supone que a año nuevo, vida nueva. ¿Pero por qué? 
Supongo que es una forma de motivar a la gente a cambiar, a empezar de nuevo. Olvidar lo malo, y recordar lo bueno.
Bienvenidos al año 2012. Un año de metas, ilusiones y retos. Un año de cambios sin olvidos. De superar miedos. Un año de amor, alegrías, ganancias y perdidas. Un año nuevo; igual pero diferente a todos los demás.
Así que, bienvenidos a este nuevo viaje lleno de aventuras. 


Feliz año 2012.