Puede que a veces caiga, y que me pierda por el camino. Puede que no eche mucha cuenta al angelito que se posa sobre mi hombro derecho, y me guíe por las cosas que me dice el demonio de mi hombro izquierdo.
Puede que no reaccione bien a los problemas, que ponga mala cara y llore de impotencia, por que no sé...pero no creas que voy a rendirme, porque yo soy fuerte, y nada ni nadie va a conseguir derrotarme.
Conseguiré llegar a la meta, y entonces, así, seré feliz para siempre.
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