Sonríe para que el mundo esté celoso de ti.


lunes, 26 de septiembre de 2011

Hasta el fin del mundo.

Me dirijo hacia el filo del acantilado y miro hacia abajo. Las olas chocan furiosas contra la roca, en un abrazo mortal.
Pero, de repente, ya no tengo miedo. Siento al mar como parte de mí, como un padre que me espera y me mira con ternura en sus ojos infinitos.
<<Supongo que la muerte no debe estar tan mal>> pienso, con una pequeña sonrisa en mis labios. Este es mi destino, si mi razón me da la espalda.
Pero de repente, mi "razón" me rodea la cintura. Apoya su barbilla en mi hombro, y mira a la inmensidad del mar con expresión resignada.
-¿De verdad me vas hacer meterme en el agua, que está helada? Total, para salir otra vez, podemos ahorrarnos el baño ¿no?
Ya no lo resisto más. Me doy la vuelta y hundo la cara en su pecho, que huele de manera reconfortante. Él me abraza, y apoya sus labios en mi cabeza.
-¿De verdad irías a buscarme si hubiera saltado?
Él me coge de ambos lados de la cara.
-Iría a buscarte hasta el fin del mundo.


ATM.

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