Sonríe para que el mundo esté celoso de ti.


domingo, 17 de julio de 2011

Deseo, deseo, deseo...


Deseo, deseo, deseo…
Aún me queda un último deseo. El último antes de perderle para siempre.
-Bueno, ¿qué es lo que deseas, ama?
-No sé, debo pensarlo, no quiero que mi último deseo no sirva de nada…
-Todos desean lo mismo. Dinero, sexo... ¿Tú no?
-¡No!
El genio se impacienta, pero me doy cuenta de que lo que verdad siente es desesperación y angustia.
-¿Entonces qué deseas?-pregunta más calmado.
Sonrío y me acerco a él. No esperaba mi reacción por lo que se pone tenso, aunque recupera su anterior postura rápidamente. Me devuelve la sonrisa.
Me acerco aún más a él, a su boca, de manera que solo nos separa unos centímetros.
-Te deseo a ti.
Él ríe bajito y rompe la distancia que nos separa.
Sus labios se aprietan a los míos con dulzura. Puedo saborear su aliento, cálido y dulce.
Se separa de mí y me susurra:
-Deseo concedido.
Le sonrío y vuelve a besarme, aunque esta vez con más fiereza.
ACC.

No hay comentarios:

Publicar un comentario