Sonríe para que el mundo esté celoso de ti.


sábado, 17 de diciembre de 2011

"Le quiero como el primer día"

Hola, soy Ann. Os escribo esta carta para aquellos que aún creáis en el amor después de tanto tiempo de sufrimiento, de soledad, de vacío, de malos momentos; y que a pesar de todo seguís amando como ese primer día.
Tengo 90 años, y amo a mi marido. 
Me acuerdo de ese día en el que lo conocí. Yo iba por el parque, con mis amigas. Fuimos a dar de comer a las palomas que se encontraban revoloteando. Me acerqué a una y tendí mi mano para que ésta picoteara los granos de comida. Entonces vi como me observaba y seguía mi ejemplo, como le tendía la mano con suavidad y como la paloma dejaba llevarse.
Sonrió, y fue una sonrisa para mí.
Desde ese día, no logré parar de pensar en él. 
A los meses volvimos a encontrarnos en el mismo lugar, y él, me observaba mientras alimentaba a las palomas.
De repente se acercó.
<<Me llamo Rob>> 
Le estreché la mano que él me había tendido.
<<Encantada, yo soy Ann>>
Así fue como me enamoré de él, y como él se enamoró de mí. 
Después de años de amor & pasión, me pidió matrimonio.
Acepté. Sabía que él era el amor de mi vida y, yo, no podía rechazarle. 
Después de el <<Sí, quiero>>, todo cambió. 
Las cosas se complicaron. A él le mandaron como soldado a la guerra, y a mí, a mí me quitaron todo lo que años atrás me había hecho feliz. 
Rob casi muere en una de las misiones encomendadas.
Todo eso me superaba. La idea de perderle, de no poder abrazarle y decirle que lo amaba una vez más, me partía el corazón en pedazos.
<<Estoy aquí>>, fueron una de las palabra que más me hicieron llorar en mi vida. Todo había acabado, la guerra había terminado, y Rob estaba de vuelta.
Hoy, después de 60 años, sigo amándolo, y extrañándolo cada vez que se va. Cada vez que se aleja de nuestro hogar. Mi vida está vacía sin él. 
Pensaréis: "Esta mujer tan mayor & con un pensamiento tan joven" Sí. Amo a Rob como aquella adolescente que, años atrás, había enamorado con su sonrisa.
No sé como será vuestra vida, ni si estaréis en mi situación, pero no dejéis que nada os atemorice y que os haga creer que nada es posible. Nunca dejéis de amar, porque siempre puede llegar el día que ese alguien entre por la puerta y diga: <<Estoy aquí>>.


Saludos, y mucho amor. Ann.


ACC. 

















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