Sonríe para que el mundo esté celoso de ti.


lunes, 13 de junio de 2011

Adiós a medias.

Hoy quiero decirte adiós, pero adiós para siempre. Créeme cuando te digo que a mí me cuesta la vida decírtelo, decirte algo que es casi imposible.
Recuerdo la primera vez que me abrazaste, la primera vez que tus labios rozaron mi mejilla en un beso, la primera vez que me sonreíste. También las veces que me propuse olvidarte, las cuales fueron fallidas, y las que creí que lo había conseguido volvías y los estropeabas todo.
Me acuerdo de ese día, me agarraste de la mano con fuerza, no me ibas a soltar, hasta que algo te separó de mí. Poco después volviste y me abrazaste.
Recuerdo como con tu mirada eras capaz de ver dentro de mi alma, y como yo no podía hacer nada para evitarlo.
Como tu sonrisa me volvía loca. Como tu voz, era música para mis oídos. Y lo peor, que todavía pasa.
Me acuerdo cuando por la calle empecé a gritar tu nombre, a gritarle al mundo que te quería, y que lo sigo haciendo cada minuto, cada segundo.
Por último quiero decirte, lo sé, eres inalcanzable. Para mí, antes, todo era un sueño, y creí que nunca me podría hacer daño, pero me he dado cuenta que los sueños son lo más próximo a la realidad que tenemos. Por lo que me doy cuenta de que estoy enamorada… loca, perdida, e irremediablemente enamorada de ti.






ACC.

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